miércoles, 12 de septiembre de 2007

ESPEJISMOS

Este es un ensayo sobre los espejos que escribí hace muchos años para Taller I. El mismo fue calificado con un Excelente de parte de la profesora.


ESPEJISMOS

El espejo se fabrica con arena, sabemos que retener la arena entre las manos es tan difícil como que un espejo refleje a uno mismo. Al mirarse, uno ve su aspecto y según como se esté, se mejora el estado de animo ¿realmente hay que mirarse en un espejo para mejorarlo? ¿Los ciegos no son más felices si no se ven?
El espejo es un reflejo de nuestra sociedad vergonzosa, que no se da cuenta que el mejor espejo que hay, son los ojos. No hacen falta espejos para darse cuenta de como es uno, el reflejo de uno mismo puede estar en los amigos, o en tu propia habitación.
La calle es un fiel retrato de nuestra cultura, incinerada por un bombardeo masivo y no justamente hablamos de misiles. El espejo tiene que ser en talle pequeño, o grande según él genero, ahí, en ese espejo que mirás y te impone llegar a ser dios. Nuestro reflejo actual al único lugar que te conduce es al cementerio, ahí si que no hay espejos.
Primordialmente puedo rescatar dos situaciones que acortan el camino al único lugar en donde todos están quietos, una es mala pero la otra sirve para entrar en la reflexión de que esa no es la forma.
La primera, es en una forma hipnótica, (ese angelito me hace sufrir), los ganchos depositan hasta tus ganas de vivir, queriendo emular a alguna reina televisiva. Al verse aparece la imagen de tu peor demonio, (nunca refleja tu forma de sentir) En el reflejo está Lucifer riéndose, haciéndote señas con un dedo para llevarte a él, tus costillas están marcadas pero eso significa que no estas como lo exigen, sino que estas esquelética como la parca.
El segundo es más benevolente también depositas muchas cosas, pero no precisamente por meterte tus propios garfios, este vuelto se debe a que viene en forma de botella, con un contenido donde al ingerirlo espanta momentáneamente la realidad, una función equivocada y el camino más corto para evadir opresiones, en ese momento te ves y ves que no sos vos, sos un miedoso que el escape no viene metiendo el pecho sino empinando el codo. Este reflejo hace entrar varias veces en conciencia, al menos ves lo bajo que caés, reflejas tus ojeras de tonto.
Otro espejo de nuestra vergüenza diaria es el que viaja en tren, según la opulencia del bolsillo. Ambos trenes van al trabajo pero lo cierto es que en uno de ellos no hay vidrios para mirarse.
Viendo todo esto, en una sociedad que vive en un espejismo permanente la conclusión a la que se llega es que las únicas instrucciones para mirarse en un espejo son la igualdad, la libertad y la fraternidad propiamente dichas.
Gastón

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay que ser profesor de Taller I para decirlo: excelente.

Anónimo dijo...

CLAP CLAP (APLAUSOS) PARA EL COMPAÑERO GASTON.
Ah vieron, descubrí la forma de poder postear mensaje sin poner la cuenta de gmail ja

Anónimo dijo...

Gati Wagma: increíbles todas las imágenes que lograste poner en palabras. Era como si las estuviera viendo en un espejo verdaderamente. Ahora que viajo todos los días en tren (y NO en el Mitre), me voy a acordar de tus "espejismos". Espero leer más cosas así, que no se hayan agotado en textos de tu "juventud".