lunes, 17 de septiembre de 2007

Walsh no está solo


En los mundillos del periodismo y en los momentos en que los historiadores rememoran a los desaparecidos de esta profesión, siempre es Rodolfo Walsh el homenajeado, el leído, el revisionado. Pero en esos años que sólo estaban llenos de sangre, mugre e ignorancia, hubo otras grandes plumas que se dedicaron con mucho estilo al “oficio de escribir”. Ayer se cumplieron treinta años de la desaparición de Enrique Raab. Tres elementos muy “subversivos” configuraban su identidad. Por un lado, padecía el mal de todos los que se expresan imprimiendo en palabras lo que vierte su imaginación, por otro, dos minorías se unían en su identidad. Era judío y homosexual. Lo peor para los hombrecitos de traje verde que lo perseguían era que todo esto lo llenaba y lo llevaba adelante en cada día de su vida.
Ayer Radar, el suplemento de Página 12, recordó a Raab y tomó como base los testimonios recogidos en la tesina convertida en libro de Máximo Eseverri: Periodismo, cultura y militancia antes del golpe. En la nota se reflejan todos los matices de este autor olvidado o quizás nunca reconocido. También se hace un recorrido por su obra: “En 1974, Ediciones de la Flor le edita a Enrique Raab Cuba: vida cotidiana y revolución, libro ponderatorio, pero lejos de la complacencia partidaria, que no cayó bien en la isla: la ironía sería contrarrevolucionaria; ése y un trabajo sobre Luchino Visconti editado por Gente de Cine son sus únicos libros. También hizo un cortometraje, José, sobre texto de Ricardo Halac que, en 1962, ganó el primer premio del Concurso Anual de Cinematografía. Enrique, como dirían los españoles, era muy suyo.¨ (…) Anfibio entre los cineclubistas fanáticos –formó parte de Gente de Cine, luego de Núcleo–, los militantes revolucionarios –fue militante del PRT– y los periodistas sindicalizados –integró la agrupación Emilio Jáuregui–, o la combinación de las tres cosas, Raab se hizo conocido en las redacciones de Jacobo Timerman, de esos magazines modernos que se caracterizaban por ser reaccionarios en sus primeras páginas, destinadas a la política, e impertinentes y contestatarios en las que el ambiente denomina periodismo hembra: artes y espectáculos, vida cotidiana, cultura. Pero Enrique Raab pareció haber pasado por todos los medios gráficos: Confirmado, Primera Plana, Análisis, Siete Días, La Razón”.
Yani.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo hice yo, me olvidé de firmar....jajja, Yani.

Anónimo dijo...

Sólo lo juno de nombre, voy a ver si consigo algo para ver que onda.
Por lo que decís Ruthy, este muchacho tenía todo para ser desaparecido: zurdo, ruso y encima puto. Definitivamente una coctel explósivo para los asesinos de verde ¿no?
Gracias Yani por la data y celebro volver a leerte, siempre es un placer.

Con respecto a Walsh quería decir que yo lo admiro mucho como periodista de investigación y como novelista de no fiction. Ahora, ¿es tan bueno el amigo Rodolfo cuándo escribe otras cosas?, por ejemplo "Oficios terrestres", a mi me pareció "cuasi insoportable". ¿Alguien lo leyó? me gustaría saber que opinan.

Tito.-

Anónimo dijo...

Estoy harto del zurdaje ambidiestro de tito y de dolores

Anónimo dijo...

No lo tenía al amigo Raab, gracias Yani por el aporte

Anónimo dijo...

En cuanto a lo que dice Tito de Walsh, yo lei la mitad del libro una vuelta que me quedé haciendo tiempo tiempo en la facu y vos me lo prestaste, me acuerdo que me habían gustado los cuentos, "Esa Mujer" y "Ese Hombre" y después llegando a la mitad del libro no me acuerdo más nada porque me quedé dormido. Sí sí, me quedé dormido en los pasillos del cuarto piso. Espero no haberme babeado y haber sido un espectaculo lamentable para los casuales transeuntes.

Anónimo dijo...

pollo....jajajajajja

Anónimo dijo...

Tengo muchas cosas para decir!!
1- No lo conocía a Raab y seguro Tito me va a prestar el libro cuando se lo compre.
2- Si hacemos memoria para recordar personas de hace más de 20 años, ¿por qué no hacer una introspección, por un lado, Yani, y una revisada a tus producciones (de textos) de los principios de la carrera, por otro? MMMMMM...la verdad que me cuesta decidirme si se mejoró en algo eh...MMMMM...a ver...lo voy a pensar...espero tus/sus aportes para dilucidar esta disyuntiva...
3- Walsh siempre tiene algo bueno. Siempre. El problema es cuando esperamos que todos sus textos sean como Operación Masacre, ¿Quién mató a Rosendo? o Irlandeses detrás de un gato (que fue su primer cuento; increíble). Eso es lo que lo hace una persona de carne y hueso aún más increíble.
3- Definamos todos juntos, justificando, qué significa zurdaje ambidiestro.
4- El autor del libro que nombrás, Máximo Eseverri, fue profesor mío (de Tito y Gato, también) de Hist. de los Medios. Un tipo muy inteligente la verdad aunque un poco soberbio para mi gusto.
5- Si este texto fue un trabajo para la facu La Imaginación al Poder quiere saber qué te sacaste.
cric...cric...cric

Unknown dijo...

Hola Yanina, Tito, Pollo, Gastón y Loly

Aquí Máximo. ¿Fueron alumnos míos?, ¿en serio? No logro recordarlos/reconocerlos tras sus sobrenombres. Les agradezco y los felicito en fijarse en un tipo como Enrique. A mí me enseñó unas cuantas cosas cuando escribí la tesis (y sigo aprendiendo)...
Y gracias Loly por el elogio y también por la crítica (espero que constructiva), aunque necesitaría que te explayaras para pulir ese feo defecto...
Saludos,
M_

yanina dijo...

Lola: la verdad que quizás tengas razón sobre desempolvar algunas cosas hechas al principio de la carrera. Este texto lo escribí el mismo lunes luego de leer la nota de Página 12. Conocí a Raab por los comentarios de una profesora de la facu. Por otro lado, a mí Walsh me gusta mucho pero me parece que vale la pena no tener pocos próceres vigentes sino muchos.

Anónimo dijo...

Máximo: que bueno que hayas encontrado nuestro blog, es reciente como verás, por eso la emoción.
Yo creo que es más que constructiva mi crítica porque realmente me gustaban tus clases porque se nota que sabés mucho pero, no sé si te pasó alguna vez como estudiante, cuando te sorprendés de lo que puede saber el que tenés enfrente pero el conocimiento se queda "lejos" igual, como estático. Por eso usé la palabra soberbia: creo que la soberbia aumenta la distancia entre el que sabe más y el que sabe menos. Aunque tampoco me convence la idea de pensar al conocimiento en términos de cantidad (más/menos). Esa fue mi sensación durante la cursada. Espero haber sido más clara esta vez y que haya sido realmente constructivo el aporte. Un saludo!