lunes, 10 de diciembre de 2007

LA MISIÓN... CAPÍTULO II

-Su ginebra señor.
El viaje se me estaba haciendo insoportable. Ese cacharro volador no dejaba de moverse, bajaba y subía, bajaba y subía y mis náuseas iban en aumento. También la ginebra que tomaba, no recuerdo cuántas fueron, pero supongo que no menos de 8.
Para amenizar esa tortura, tomé un buen trago de ginebra, cerré los ojos y arrojé la cabeza hacia atrás. Entonces mi mente se pudo relajar, por primera vez desde que había subido al avión, dejé de pensar en la posibilidad de morirme en esa travesía, para concentrarme en cosas más agradables:
Siempre me gustó la ginebra, desde chico la tomé, es más, mi santa madre, que Dios la tenga en la gloria, me la mezclaba con leche, en la mamadera, para que durmiera tranquilo.
Ah... mi niñez, que maravillosa época. Recuerdo cómo mi madre me llevaba a la escuela número 5 de Lanús, como me peinaba a la gomina, el blanco siempre inmaculado de mi delantal escolar, mi nombre bordado en este, el miedo que tenía el primer día de primero inferior y por supuesto, la angelical sonrisa de la señorita María de las Nieves.
Y por supuesto, recuerdo la firmeza de mi padre, su gesto duro pero tierno. La prohibición de hablar durante la cena, que él imponía, aquellos sábados cuando me llevaba a ver “al Porve” de mis amores... Definitivamente esos pensamientos me estaban relajando, me hacían menos tortuoso el viaje.
En ese ejercicio de relajamiento estaba yo, cuando alguien tocó mi hombro.

- Tuquito, qué agradable sorpresa, en la puta vida pensé que te iba a encontrar en un avión.
- Pero quecasualidad, lo que son las vueltas de la vida... dije yo, tratando de disimular mi malestar, por haber vuelto a la realidad aérea.
- ¿Y tu vida cómo anda? ¿Raquel, bien?
- Sí, sí, todo muy bien. Se quedó en Buenos Aires, yo viajo por laburo, viste cómo son los negocios.
- Claro me imagino, yo viajo por lo mismo. Bueno me voy a sentar, así no me rompe los huevos la azafata, porque estoy parado.

Cuando me aseguré que Morales ya se había sentado, lo maldije para adentro. Pero qué hijo de puta este negro muerto de hambre, si sabe perfectamente que Raquel me dejó hace casi un año. Conchudo de mierda y pensar que yo lo saqué del foso a este reventado.
Si me acuerdo como si fuera hoy, cuando venía para que le de algún laburito, porque no tenía un mango, para darle de comer a los pibes. Y ahora se me aparecía como un gran señor, todo trajeado, qué hijo de puta.
La sorpresiva aparición de Morales, me había perturbado aún más de lo que estaba, empecé a sentir que me seguían, que había espías camuflados en todo el avión. Comencé a percibir que tres butacas atrás, en diagonal a la mía, dos grandotes en sobretodo, no dejaban de mirarme. Me sentí amenazado, no podía ser que ya me hubieran encontrado, era demasiado pronto.
Decidí tomarme dos ginebras más y obligarme a dormir. Esa noche soñé que me atrapaban, me acusaban de traidor y me torturaban hasta la muerte.
- Señores pasajeros, hemos llegado al aeropuerto internacional de Barajas. Gracias por volar con nosotros, que disfruten su estadía en la ciudad de Madrid.

Cuando por fin puse mis pies en la tierra, respiré tranquilo, todos esos pensamientos funestos se desvanecieron y prendí un cigarrillo, aspirándolo con placer...
Caminaba por los corredores del aeropuerto, un cartel con mi nombre me sorprendió. Me dirigí al hombre que lo sostenía y me identifiqué.
- Juan Ramón Fernández, encantado.
- Buenas tardes señor, mi nombre es Pascual García, pero puede llamarme Pascu, el jefe me pidió que lo venga a buscar para llevarlo a su hotel.
- ¿El jefe le pidió eso?
- Si, como oye, sígame por favor, tengo el automóvil estacionado a pocos metros.

Subí a aquel Ford negro modelo 52, algo inquieto, ¿desde cuándo el jefe era tan atento?

Continuará...

Tito.-

4 comentarios:

Anónimo dijo...

MUY BUENO TITO!!! me gusta cómo está llevado...hay algunas cositas autoreferenciales...no las voy a revelar...
No, en serio, muy buena la historia.
Pido otra vuelta.

Anónimo dijo...

Genial, Hay una notoria influencia de Soriano. A ver como sigue esto...

Anónimo dijo...

Q suerte que al menos lei la perte 1 y 2 juntas... ahora prontito la 3 eh! jaja me atrapo, esta muy bueno, las descripiones que haces, tan gris este tuquito...

que siga que siga...

Anónimo dijo...
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