Todos escuchamos en los distintos medios del arrasante triunfo de Cristina, sacando casi el 45 % de los votos, de la buena elección de Carrió con casi el 23%, de un aceptable desempeño de Lavagna con el 17%. Sin dejar de coincidir con los adjetivos que adornan estos números, es preciso señalar que los mismos responden a una ley electoral, es decir a una determinada manera de mensurar las elecciones. Paso a explicar: Cristina sacó el 45% sobre los votos positivos, es decir unas 18.300.000 personas aproximadamente. Este número representa el 67,5 % del padrón de poco más de 27.000.000.
Sin embargo hay otros números, no oficiales, que responden a otra manera de medir la elección. Estos resultan de considerar los votos de cada fuerza sobre el total del padrón, los ya antes citados 27.000.000 de electores.
Algunos datos interesantes surgen de este análisis. Por ejemplo, Cristina continúa siendo la candidata ganadora, pero con el 30,27%, sacándole casi el doble de porcentaje de votos a la segunda candidata, Carrió (15,5%). Este dato no deja de ser relevante, si tenemos en cuenta lo que significa gobernar un país con un 30 % de adhesión, muy diferente a lo que significa hacerlo con un 45%.
Pero lo más llamativo resulta de dar cuenta acerca de la segunda fuerza del país. La misma obtuvo un 28,12% sobre el total de electores, muy cerca de Cristina y es el abstencionismo (con 7.600.000 personas), es decir aquellos electores que no se acercaron a sufragar (recordemos que Cristina obtuvo 8.200.000 votos). Si sumamos a esta fuerza los votos “negativos”, es decir aquellas personas que sufragaron, pero que no eligieron a ningún candidato (voto en blanco, anulados, recurridos, impugnados), la cantidad de electores asciende a algo más de 8.800.000 sobre el total del padrón, transformándose este “dar la espalda a los candidatos” en la primera fuerza del país con el 32,50 %.
Según este criterio, Lavagna obtuvo el cuarto lugar (11,44 %) con una excelente elección en Córdoba sacándole casi 170.000 votos a Cristina (la segunda). Después aparece Alberto Rodríguez Saa (1.400.000 votos) con algo más del 5 % y luego el voto en blanco 3,45%.
Pino Solanas (293.000 votos) sacó el 1,081 % sobre el padrón con una candidatura armada a poco más de dos meses de la elección. Aventaja por casi 10.000 votos a Sobisch, quien fue uno de los primeros candidatos en postularse y uno de los que más gastó en la campaña. Luego aparece Lopez Murphy con 265.000 votos, con el 1,45% sobre votos positivos (es decir, cifra oficial) perdiendo casi 16 puntos con respecto a la elección de 2003.
La pregunta sería entonces: ¿la gran cantidad de abstenciones responde a una indiferencia con respecto a la política o a una incongruencia entre las propuestas de los candidatos y el interés de estos electores?
Nico
Sin embargo hay otros números, no oficiales, que responden a otra manera de medir la elección. Estos resultan de considerar los votos de cada fuerza sobre el total del padrón, los ya antes citados 27.000.000 de electores.
Algunos datos interesantes surgen de este análisis. Por ejemplo, Cristina continúa siendo la candidata ganadora, pero con el 30,27%, sacándole casi el doble de porcentaje de votos a la segunda candidata, Carrió (15,5%). Este dato no deja de ser relevante, si tenemos en cuenta lo que significa gobernar un país con un 30 % de adhesión, muy diferente a lo que significa hacerlo con un 45%.
Pero lo más llamativo resulta de dar cuenta acerca de la segunda fuerza del país. La misma obtuvo un 28,12% sobre el total de electores, muy cerca de Cristina y es el abstencionismo (con 7.600.000 personas), es decir aquellos electores que no se acercaron a sufragar (recordemos que Cristina obtuvo 8.200.000 votos). Si sumamos a esta fuerza los votos “negativos”, es decir aquellas personas que sufragaron, pero que no eligieron a ningún candidato (voto en blanco, anulados, recurridos, impugnados), la cantidad de electores asciende a algo más de 8.800.000 sobre el total del padrón, transformándose este “dar la espalda a los candidatos” en la primera fuerza del país con el 32,50 %.
Según este criterio, Lavagna obtuvo el cuarto lugar (11,44 %) con una excelente elección en Córdoba sacándole casi 170.000 votos a Cristina (la segunda). Después aparece Alberto Rodríguez Saa (1.400.000 votos) con algo más del 5 % y luego el voto en blanco 3,45%.
Pino Solanas (293.000 votos) sacó el 1,081 % sobre el padrón con una candidatura armada a poco más de dos meses de la elección. Aventaja por casi 10.000 votos a Sobisch, quien fue uno de los primeros candidatos en postularse y uno de los que más gastó en la campaña. Luego aparece Lopez Murphy con 265.000 votos, con el 1,45% sobre votos positivos (es decir, cifra oficial) perdiendo casi 16 puntos con respecto a la elección de 2003.
La pregunta sería entonces: ¿la gran cantidad de abstenciones responde a una indiferencia con respecto a la política o a una incongruencia entre las propuestas de los candidatos y el interés de estos electores?
Nico
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8 comentarios:
Bueno por fin el compañero gocilo, escribió algo.
Me parece que está muy bien escirto Nico, pero no entiendo algunas cosas, podrías explicarme de vuelta cómo es que que Crsitina pasa del 45 al 67 y del 45 al 32. Perdón por mi ignorancia es que ya sabés que cuando hay muchos números se me complica pero mal. Lo de más lo entendí todo.
Tu nota me hace acordar a las contratapas de Página de Paenza, que están re bien escritas pero que entiendo la mitad ja
Muy bueno caquito
tito.-
quiza no se entendio, pero el 67 % se refiere al porcentaje de votos positivos, es decir, cristina saco el 45% (8.200.000 votos) del 67% (votos positivos: 18.000.0000) del padron electoral de 27.000.000.
Nico, hay que tener en cuenta que en el padron figura gente que esta muerta y gente que se fue a vivir a otro país por eso jamas se dara que votó el 100% de padron. Aunque es cierto que entre votos recurridos, en blanco e impugnados suman muchos y ningún analista político los toma en cuenta.
Quiero decir que luego de estas elecciones Lopez Murphy, Blumberg, Patti y Castells no deberían tener nunca mas el poder mediatico que tienen. Es hora de darse cuenta que cada vez que hacen una declaracion no puede ocupar mas una pagina de un diario o lugar en un noticiero. Porque a la gente no le interesa y eso lo reflejo en las urnas. O si se les da espacio mediatico entonces que sea para todos igual y que todos aquellos que opinen y hagan declaraciones tengan la misma importancia.
Sobre todo Castells y Nina Pelozo que siempre hablan en nombre del pueblo que es el 0.5% Nina Pelozo con lo mediatica que fue bailando en Tinelli salió 15 sobre 16 postulados a gobernadores. Arriba de ella quedaron como 5 personas totalmente desconocidas. Eso es muy clarito y me parece que es el momento de decir Castells go home. Lo mismo con Lopez Murphy ahora que se vio que no lo quiere nadie que tenga la relevancia mediatica acorde a sus votos.
Que me cuentan de Quindimil!! el tipo fue electo de manera consecutiva desde 1973, figura en el guiness. Le dijeron Manolo, no va mas!!!! Lastima que no paso lo mismo con Posse, Amieiro pero sobretodo con el japones Garcia, el cancer de Vicente Lopez y la Zona Norte.
Impresionante el análisis. Creo que tras la necesidad de impacto que tienen los medios, dejan de lado muchas cuestiones como es buscar estas situaciones que parecen sutilezas pero en realidad son verdades.
Gracias Negrin por scarme de la duda. Vuelvo a decirte muy bueno el imforme, pero la próxima escrbí algo para cabezas como yo jaja
Lo de quindimil una alegria, lo de los otros es siempre igual no hay nada que hacer.
El caso de Vicente Lopez es muy significativo. Es el municipio más rico de Latinoamérica, casi todos los que viven ahi son de clase media alta y alta, entonces es muy dificl que delincuentes como Garcia se vayan, la clase media argentina siempre fue así, piesna nada más que en ella, ni hablar de la alta no?.
saludos
Me gasté una tarde entera haciendo cuentas, reglas de tres, copiando y pegando y la falsa feminista dolores alvarez que me rompio las pelotas para que escriba no pone ni un miserable comentario. Hasta yani escribio que me bardea todo el tiempo, malisima la actitud dolores.
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