jueves, 29 de noviembre de 2007

ETERNA LUCIDEZ

La atrocidad y el espanto ya habían dejado su huella. No supo verdaderamente por qué lo hizo, pero nunca le interesó realmente. Sabía que un castigo era necesario. Esperó la respuesta del cielo, de lo Eterno, pera ésta nunca se manifestó. “No existen los castigos divinos” pensó, no muy convencido. Decidió entonces obrar por su cuenta.
Se tomó su tiempo para decidir su condena. Consultó todo tipo de libros y textos de tortura. Desde los clásicos de la Inquisición hasta los más terribles y remotos de procedencia india.
Pasó varios años leyendo, pero el castigo justo no se le presentaba. Este apareció por obra del azar, como ocurre con los sucesos más significativos de la vida. Un manuscrito anónimo, con su respectiva traducción, fueron su fuente de inspiración. Este decía más o menos lo siguiente:
“…ellos son la mejor defensa del condenado. Puede manipularlos a su merced y así evitar la tortura de verse humillado, maltratado o herido. El castigo más doloroso no se infringe sobre el cuerpo del individuo, sino sobre su ruku.”
No vaciló en cumplir con el flagelo. Pensó que alguien lo había escrito para él. Tomó un cortaplumas algo antiguo y se cercenó la piel protectora. No gritó, apenas sintió dolor.
A partir de ese momento, supo que nunca más iba a poder dormir. Supo que, de allí en más, un descanso ocasional sería sólo corporal. Supo que se había condenado a vivir en la eterna vigilia.
Su mente se mantendría despierta por siempre. Pensó que era un castigo merecido por su falta. El castigo incesante de la lucidez ininterrumpida, interminable, insoportable.

Nico

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Nico, ¿es un caso real o basado en algún cuento o es literatura Goscilo pura?
Me quedé con ganas de más....

Anónimo dijo...

Epa Caco!, es muy bueno eso, muy borgeano, me hace acordar un poco a "Funes el memorioso".
La cita tmb es tuya o la sacaste de algún lado?

Anónimo dijo...

Lo escribi hace un par de años para el taller de escritura de la facultad. Lo cambié un poco ahora que lo subi al blog.
La cita es mia tito.
Yani, tu última frase te delata...

Anónimo dijo...

Se hacía el especialista en economía pero no se aguantó y viró a la literatura...
yo también me quedé con ganas de más, pero sin la connotación a lo Tito
Muy bueno chico sensible

Anónimo dijo...

Lindo aporte Nico, seguí subiendo cosas como estas. ¿Que nota subjetiva te puso la profesora?

GRUPO 28 dijo...

Nico a mi también me gustó mucho, muy interesante. Hace mil años que no entro al blog (perdon) y empecé a buscar notas y lei el título y un renglón y ya lo quise leer todo... además no sabia que escribías así!!
Tam