martes, 20 de noviembre de 2007

PENSAR EN NADA, NO ES BUENA ONDA…


Les propongo el siguiente ejercicio, por unos segundos, intenten pensar en nada. La mecánica es fácil: cierren los ojos, respiren hondo y pongan la mente en blanco. Logrado esto, procuren pensar en nada, vamos sin chistar y sin desconcentrarse. Bien, les doy cinco segundos: 1, 2, 3, 4, 5…
Muy bien ¿lo consiguieron?, ¿pudieron pensar en nada?, definitivamente, no lo creo. Es que a cualquier lector prevenido no se le puede escapar, que la frase en cuestión, encierra una paradoja indisoluble: es imposible pensar en nada. En todo caso se podría pensar, que se está pensando en nada, pero nunca pensar en nada, esta frase encierra un error gramatical grave, sólo por ser suaves.
Y aunque logremos dicha utopía, ¿qué cosa es la nada?, ¿se puede pensar algo que no existe?, ¿no sería como explicarle a una persona no vidente, cómo es el color azul?
Ustedes se estarán preguntando para qué, quien escribe, hace una introducción tan larga y tediosa, sobre algo que no presenta dificultad alguna, la cuestión es la siguiente:
Hace algunos años asistimos al boom de la publicidad, por todos lados se ven publicidades de cualquier cosa, indumentaria, tecnología, espectáculos, etc. Además se la ha institucionalizado como una carrera universitaria y miles de jóvenes concurren a las universidades a estudiar cómo hacer publicidad. Esto no significa que desconozca que la publicidad, como método para vender algo, existe hace montones de años, pero nunca, los seres humanos, estuvimos tan expuestos a los mecanismos de persuasión publicitarios, como en la actualidad.
Y en que se basa esta persuasión, bueno sin duda nos hace consumir todo lo que se nos ofrece, sin importar qué sea, o para qué sirve, (ver el capitulo de los Simpson donde Homero compra de todo para su auto, sin importarle en lo más mínimo, qué es lo que compró) sólo importa consumir, mientras más compre, más feliz estoy, mientras más consuma, más “gente me siento”, porque si consumo estoy dentro, sino lo hago, me quedo insoslayablemente fuera.
Ahora bien, en los últimos años se observa, que no sólo la publicidad nos impulsa al consumo frenético, sino que además pretende que seamos unos estúpidos, que pensemos en nada. ¿Cómo que pensemos en nada? , no habíamos dicho anteriormente que esto era imposible. Hagamos entonces una salvedad:
Es totalmente imposible, una abstracción que implique pensar en nada, como ya habíamos dicho. Pero entonces, ¿a qué se refieren las publicidades cuando nos dicen que pensemos en nada?, (véase, la última publicidad de la cerveza Brahama, la cual concluye con la frase “Pensar en Nada también es buena onda”) y ampliando un poco más el interrogante, ¿qué es lo que pretende que pensemos, el sistema capitalista imperante cuando nos dice, a través de su “brazo armado”, los medios de comunicación, que lo mejor que podemos hacer es “pensar en nada”. La respuesta es obvia y no hay que ser un gran intelectual, para descubrirla. La nada del capitalismo, la nada de los medios de comunicación es el consumo frenético, de cualquier cosa no importa qué y además y fundamentalmente, esta “extraña nada”, es la idea de volver a las personas “soldaditos que no se cuestionan nada” y que no se les ocurriría criticar lo establecido, lo dado, o sea “seudo humanos” que no piensan en nada, en nada… importante.
Sin lugar a dudas las principales victimas de este mecanismo son los jóvenes. ¿Y por qué los jóvenes? Bueno siempre se dijo, que durante la juventud las personas sueñan con utopías imposibles, rompen con lo establecido, critican lo que se les da en bandeja, etc.
Muestras claras de esto, es la generación que fue joven durante los 60 y los 70 del siglo pasado. Estos a su modo y con una lógica que puede ser criticable o no, intentaron cambiar el rumbo del mundo. Esta bien, no lo lograron, pero por lo menos lo intentaron.
Estos jóvenes, fueron acribillados, con métodos tal vez más brutales, pero lo que pasa en la actualidad es aun peor, ya que el sistema ni siquiera se preocupa por la eliminación física de los jóvenes, ya que a estos, hoy, ni se les ocurre cuestionar nada de lo que el sistema, a través del constante bombardeo mediático, les muestra. Sólo están preocupados por consumir, todo, ya, ahora, en este instante. Y estos jóvenes consumistas y apolíticos, se pueden encontrar en todos las clases sociales. No importa que sea rico, “medio” o pobre, lo que me dicta el mercado es consumir, sin preguntarme absolutamente nada.
Porque, ¿hay algo que me pueda hacer más feliz que tener un celular bien top, unas zapas bien pulentas, o el último auto 0km? Lamentablemente, hoy en día, parece que no.
Sospecho que los que nos queda, es encontrar espacios, para poder denunciar, que Pensar en nada, no es nada buena onda!!!


Tito.-

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Vos porque no viste mi último celular lo que es...
Coincido completamente, y agrego que la función de los medios no sólo es que la sociedad consuma y no se cuestione nada, si no que la misma se transforme en un ente pasivo, generando constantemente miedo para que, en el caso de que se le ocurra a alguien pensar que el sistema no los convence, no se les vaya a ocurrir intervenir activamente.
Miedo, pasividad, ansiedad, consumo, nadería, se transforma en un cóctel letal y efectivo para continuar con un modelo capitalista donde la regla Nº 1 es la de costo - beneficio.

Anónimo dijo...

Creo que una de las palabras que más se ajusta a este texto es la "naturalización". Este no cuestionamiento, hace que todo lo que nos rodea y la contaminación visual que tenemos de objetos que debemos poseer sean el día a día de los jóvenes y de toda la sociedad.

Anónimo dijo...

jajaj deme 2 de esos que no se que son, pero parecen muy buenos, compañero de brasil.
Esto parece a proposito jaja
Tito

Anónimo dijo...

Espectacular Tito, de lo mejor que se escribió en este BLOG. Es un tema que me interesa muchísimo.
La manipulación y la contaminación publicitaria se tornan irrespirables. Esta intercediendo y taladrando nuestro cerebro en todos los minutos de nuestra maldita vida. Para donde mires, hay una marca de algo, sea el control de la TV, un vaso, TODO. Ves un partido de fútbol y aparecen en todos lados (campo de juego, camisetas, pantalones, banderas, los carteles que rodean el campo, banderas adentro de los arcos) No te dejan vivir ni respirar. En la calle ni hablar, nosotros no nos damos cuenta porque como dice Yani esta naturalizado y vamos caminando como si nada pero casi de manera subliminal estamos registrando miles y miles de propagandas. Yo una vez intente hacer una prueba que fue la de pararme en algún punto cualquiera en la calle y fijarme si encontraba alguna publicidad de Coca cola y donde me parara siempre había alguna, era increíble. (En Futurama se parodia eso mismo que comprobé inundando todos lados con la de una bebida llamada "slurm"). Por otro lado Mc Donalds hace lo mismo con los chiquitos, los manipula de tal manera que por más que no sepan hablar ven una M y se vuelven locos. En Superzise Me, hicieron una prueba mostrando fotos a los chicos de un jardín de distintas personas como Jesús o Bush y no sabían quienes eran, pero si sabían de Ronald. Están manipulando el pobre e indefenso cerebro de los nenitos. El tema de la publicidad es algo que debería ser regulado y controlado de manera urgente. La publicidad es una herramienta más de parte de este sistema neoliberal salvaje que nos aprisiona y nos asfixia sin dejarnos respirar siquiera un segundo.

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJAJJAJAAJ el amigo de Brasil cayo en el momento justo y el lugar indicado BAAAASTAAAAAAAA!!!!! HASTA EN EL BLOG ALGUIEN INTENTA VENDERNOS ALGO!!!!

Anónimo dijo...

jajaj viste fue terrible justo en esta nota el chabon nos quiere vender algo, espectacularrrr

Anónimo dijo...

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