La palabra voluntad, significa, poner empeño, esfuerzo, empuje en algo, para conseguir un objetivo previamente fijado. Sin duda, Martín Caparrós y Eduardo Anguita, para titular su libro de historias de militancia revolucionaria en la Argentina, no pudieron haber elegido mejor palabra.
A esta le agregaron sólo un artículo, “La” y formaron un sintagma que cuaja perfectamente con el desarrollo del texto: “La Voluntad”.
Hace algún tiempo que tenía muchas ganas de leer este libro, y cuando una blonda profesora de la facultad dijo: “después de La Voluntad, ya no tiene sentido escribir sobre la militancia revolucionaria argentina en los 60 y 70, porque ahí, está todo”, me decidí a comprarlo.
Durante algunos meses recorrí librerías sin éxito, en todas me repetían lo mismo, “está agotado”. Hasta que hace más o menos tres meses, mi viejo, apareció en mi casa con una edición, corregida y aumentada (5 tomos), de dicho libro. Ese mismo día empecé a leerlo y ayer terminé el quinto tomo, con la desazón de saber que ya no me quedaba ninguno.
La Voluntad cuenta paralelamente, la historia de alrededor de 10 personas, que no se conocieron pero estuvieron, desde distintas fracciones partidarias, embargadas en un mismo proyecto: hacer la revolución socialista en la Argentina. Entre ellos se encuentran: Cacho el Kadri, Mercedes Depino, Nicolás Casullo, Daniel Desantis, Graciela Daleo, Horacio González, etc.
Con el sello inconfundible de Martín Caparrós, ese que mezcla estilos literarios varios, (crónica periodística, novela y citas de otros periodistas, escritores, medios de comunicación, etc.), La Voluntad es un libro que no puede dejar de leer aquel que se interese por la historia argentina reciente. Los que leyeron “Amor y Anarquía”, se encontrarán, en La Voluntad, con una lógica literaria muy parecida.
Desde mi punto de vista lo mejor que tiene este libro, o estos libros, es la forma en que muestra la vida de lo militantes políticos de aquella época. Lejos de aparecer como héroes cuasi mitológicos o delirantes románticos, como se los encuentra en alguna literatura barata, aquí se muestran a jóvenes, mujeres y hombres, con sus miedos, sus miserias, sus ideas, sus sueños y sobre todo con su voluntad. Una voluntad que no alcanzó para cumplir los objetivos que se habían impuesto, pero que tuvo el coraje de por lo menos intentarlos, en pos de una sociedad más justa.
A esta le agregaron sólo un artículo, “La” y formaron un sintagma que cuaja perfectamente con el desarrollo del texto: “La Voluntad”.
Hace algún tiempo que tenía muchas ganas de leer este libro, y cuando una blonda profesora de la facultad dijo: “después de La Voluntad, ya no tiene sentido escribir sobre la militancia revolucionaria argentina en los 60 y 70, porque ahí, está todo”, me decidí a comprarlo.
Durante algunos meses recorrí librerías sin éxito, en todas me repetían lo mismo, “está agotado”. Hasta que hace más o menos tres meses, mi viejo, apareció en mi casa con una edición, corregida y aumentada (5 tomos), de dicho libro. Ese mismo día empecé a leerlo y ayer terminé el quinto tomo, con la desazón de saber que ya no me quedaba ninguno.
La Voluntad cuenta paralelamente, la historia de alrededor de 10 personas, que no se conocieron pero estuvieron, desde distintas fracciones partidarias, embargadas en un mismo proyecto: hacer la revolución socialista en la Argentina. Entre ellos se encuentran: Cacho el Kadri, Mercedes Depino, Nicolás Casullo, Daniel Desantis, Graciela Daleo, Horacio González, etc.
Con el sello inconfundible de Martín Caparrós, ese que mezcla estilos literarios varios, (crónica periodística, novela y citas de otros periodistas, escritores, medios de comunicación, etc.), La Voluntad es un libro que no puede dejar de leer aquel que se interese por la historia argentina reciente. Los que leyeron “Amor y Anarquía”, se encontrarán, en La Voluntad, con una lógica literaria muy parecida.
Desde mi punto de vista lo mejor que tiene este libro, o estos libros, es la forma en que muestra la vida de lo militantes políticos de aquella época. Lejos de aparecer como héroes cuasi mitológicos o delirantes románticos, como se los encuentra en alguna literatura barata, aquí se muestran a jóvenes, mujeres y hombres, con sus miedos, sus miserias, sus ideas, sus sueños y sobre todo con su voluntad. Una voluntad que no alcanzó para cumplir los objetivos que se habían impuesto, pero que tuvo el coraje de por lo menos intentarlos, en pos de una sociedad más justa.
Tito.-
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3 comentarios:
Tito: comparto tu sensación, no leí La Voluntad pero tengo muchas ganas de hacerlo,lo que sí me pasó con libros muy buenos es terminar la última página y lamentar que se haya acabado, sentirme con necesidad de más.
Coinicido en que lo más valorable e importante de una obra como La Voluntad es mostrar no sólo la lucha política y "la" voluntad en sí, sino dar un montón de datos que enriquecen increíblemente ese relato. Una inmensa tarea de investigación que me encantaría imitar y, por supuesto, saber hacer de una manera tan excelente.
Ya sé quién me va a prestar los 5 tomos.
Caparros es un muy buen escritor, seguramente los voy a leer y seguramente los disfrutare.
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