martes, 22 de julio de 2008

ALEGRIA...

La alegría, la felicidad, el júbilo son manifestaciones espontáneas. Uno salta de alegría o llora de felicidad cuando algo que le ocurrió o que presenció hace apenas un instante, realmente lo moviliza, lo llena de bonanza espiritual y corporal. (Nota: el que esto escribe entiende perfectamente que la alegría y la felicidad se pueden fingir pero no es el asunto que aquí nos ocupa, aquí hablaremos de alegría genuina).
Tal vez la muestra más acabada, más lograda del éxtasis espontaneo con que los hombres manifiestan su alegría, sea el grito de GOL. Cuando un hombre grita un GOL, lo hace desde lo más profundo de su ser; por un instante su cuerpo explota de genuino júbilo. Porque gritar un GOL significa en general, acercarse a la victoria o lisa y llanamente ganar.
Tan cierto es que la alegría por la victoria es de una espontaneidad que tiende a alejarse de los parámetros racionales del hombre, que en ese momentos de pleno júbilo nuestro cuerpo parece moverse por si sólo. Entonces levantamos los brazos, saltamos y reímos. Y nuestros músculos parecen no responder a nuestro cerebro, tienen autonomía. Y todo es una caótica y extraordinaria parafernalia corpórea que nos envuelve en el tierno calor de la más pura y genuina felicidad.
Esta estridente y espontánea alegría fue la que debe haber experimentado, Eduardo Buzzi (su cuerpo así lo manifestaba), el pasado jueves por la madrugada, instantes después que el vicepresidente Cobos anunciara, con voz pausada, cancina prácticamente imperceptible, que su voto era “no positivo”. Que la resolución 125 de retenciones móviles y todos sus agregados quedaba derogada, sepultada, herida de muerte.
Los gritos desaforados, los abrazos con sus compañeros de ¿enlace?, los “Argentina, Argentina” que coreaba emocionado por la vuelta del sistema de retenciones al 10 de marzo, demuestra que el líder de la FAA estaba exultante por la victoria conseguida, genuinamente alegre por lo que había buscado desde el once de marzo.
¿Pero qué cosa es la que hizo saltar de alegría a Buzzi aquél jueves histórico en la vida política argentina? ¿Acaso fue la sanción del senado para llevar a cabo la reforma agraria en la Argentina?, ¿tal vez la decisión parlamentaria de diferenciar las retenciones entre grandes y chicos para beneficio de estos últimos? No. La anulación de la resolución 125 no hace otra cosa que perjudicar a los pequeños y medianos productores. Y sino leamos (con alegría) a Buzzi “El más chico está peor que hace una semana”. (Diario Crítica de Argentina 20/7/2008). La semana anterior a la que se refiere el presidente de la FAA es antes de que se derogue la 125.
Luego de decir esto, Buzzi se despacha diciendo que las retenciones tienen que ser segmentadas, que se debe subsidiar a los productores de hasta 3000 toneladas (los mismos facturan 3 millones de pesos por año, aun así parece que necesitan subsidios), reniega de algunos funcionarios públicos y pide la aprobación de la ley de arrendamiento que también fue derogado (tenía media sanción como la 125) por el senado.
Afirmar que la derogación de la 125 es contraria a las aspiraciones de los pequeños y medianos productores, es distinto de lo que Buzzi repitió durante cuatro meses en todos los medios de comunicación. Sin embargo ante la prueba irrefutable de que se ha perjudicado a los pequeños y medianos, sector que él representa, Buzzi tiene que salir a declarar de manera dubitativa y poco clara que: “en realidad se está peor que antes, pero la culpa es del otro… que lo que hay que hacer es esto y no lo otro… que bueno esto no estaba tan mal pero nosotros tenemos una visión diferente” etc etc etc.
Lo que no explica Eduardo Buzzi es ¿por qué salto de alegría en el momento que conoció que el voto del vicepresidente era “no positvo”? ¿Por qué su cuerpo se contorsiono como si estuviera gritando un gol de la final de la copa del mundo, luego de las palabras del mendocino? ¿Por qué se dejó sepultar en un río de abrazos que defienden otros intereses? ¿Por qué su sonrisa demostraba la más profunda y espontánea alegría, cuando conocía de boca de Cobos que sus defendidos iban a estar peor a partir de ese momento? Porque uno puedo entender que Miguens o Llambias estén eufóricos, tanto ellos como sus representados salieron beneficiados. Pero Buzzi defiende otros intereses. Y sin embargo estaba eufórico y su alegría era tan extraordinariamente espontánea que cabe preguntarse ¿defiende otros intereses?... Alegría, naranana, Alegría…
Tito.-

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que pasa que a Buzzi, lo que le falto fue lo que le sobro a LLambias y a Miguens, la IMAGINACIÓN DEL PODER.
Muy buen post!
Abrazo

Iñaki

Anónimo dijo...

HOY EN CLARIN PUBLICARON EL TITULAR MAS BIZARRO DEL AÑO:

"tres policias fueron a robar y los echaron a golpes de kung-fu"

jajajajajajajajajajajajjajaajaj increible

Anónimo dijo...

Muy buenas preguntas Tito pero que no tienen ni una mínima pizca de alegría en las respuestas no?
muy bueno el texto

Anónimo dijo...

¿Patricia Bullrich escribe en Critica? ¿Rosendo Fraga tambien?
¿Caparros es pelotudo? ¿Lanata es feo?

Anónimo dijo...

Lanata es espantozo

Anónimo dijo...

estas loco? Lanata es hermoso