sábado, 15 de marzo de 2008

ESTÁN EN MUTE

"Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida:
Esos son los imprescindibles"

Bertolt Brecht

Después de una agitada discusión de política y otras cosas, se quedaron en silencio. La mirada perdida de dos de los presentes provocaba a los otros dos. Esos dos pares de ojos los motivaban a querer seguir argumentando y defender su postura de no pretender cambiar el mundo sino de intentar algo. No estaban muy seguros de qué intento estaban hablando pero “intento al fin” decían.
Los que expresaban la inviabilidad de poder cambiar el mundo destilaban una impotencia contagiosa que logró acaparar en algún momento el pensamiento ajeno.
Pero volvían en sí y continuaban: “yo sé que con un aporte pequeño de mi tiempo a otra persona, estoy contribuyendo a que piense de una manera alternativa”. “¿Y qué cambiás con eso? Nada. ¡Nada!”. “¡Sí que cambio! Cambio una parte, es ínfima, pero es algo”
Algo no era suficiente, menos lo era ínfimo. “¿Qué hacés entonces?”. “Nada, vivo mi vida lo mejor posible pensando en que si alguna vez se empieza a formar un movimiento que realmente puede cambiar de raíz el mundo en que vivimos, lo voy a acompañar. Eso es lo que me deja un poco más tranquilo”. “Pero acompañar no implica tomar las armas, porque no me vas a decir que una revolución se hace sin armas”. “Tenés razón, pero participaría desde otro lugar. No tomaría un arma”
Las revoluciones se producen en los callejones sin salida, decía también Brecht. Los cuatro coincidieron en que estaban frente a uno. Casi –o más- que la jaula de hierro de la que hablaba Weber como la causa de la pérdida de la libertad de los hombres. Frente a este panorama continuaban preguntándose: “¿de qué me sirve el juicio crítico, la formación académica, mantenerme alerta a todo lo que pasa?” La angustia aumentaba y el departamento que los albergaba se convertía cada vez más en aquella jaula. Enfrentados en los sillones setentosos, esperaron una respuesta que los sacara de los barrotes.

Loly

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Gato/Tito/Nico: me gustaría saber con cuál de las dos posturas están de acuerdo.
Saludos

Anónimo dijo...

Yo pienso que no tiene sentido pensar en que un acto realizado por una persona desde un podrido país del tercer mundo va a poner el sistema patas para arriba. La realidad es que no va a suceder.
Se podría hacer una alegoría de los tiempos que estamos transitando con la gente de Hiroshima luego del horror de la bomba atómica. Pienso que después de la explosión habrán tardado en reconstruir sus vidas primero, la manera de pensar después y por ultimo pensar en pasar a la acción, pero para eso debe transcurrir un tiempo largo. Acá pasaron 32 años, y eso aun es poco tiempo. Todavía seguimos luchando para encarcelar a los asesinos. Después pensaremos en otras cuestiones.
Cambiar el mundo es imposible, hay que ser realista. No por eso me voy a sentir frustrado, nos toco vivir en un contexto de volver a empezar, de retomar todo desde cero y con un sistema que tiene más poder que nunca.(De todos modos pienso que en algún momento va a implosionar.)
Mientras tanto, en lugar de no hacer nada en nombre de la impotencia, yo pienso que hay que tratar de transitar nuestro efímero paso por este mundo de la manera más digna posible. Buscando siempre la libertad y ayudando a hacer menos miserable la vida de los demás. Hoy no podemos cambiar el mundo, pero si podemos hacer que muchos cambien la manera de mirarlo. RECORDEMOS QUE CUANDO LAS EL REBAÑO SE UNE, EL LEON SE ACUESTA CON HAMBRE.

Anónimo dijo...

De dónde es la frase final que pusiste gato?? Ignorante yo, no la había escuchado nunca.
Yo lo que creo qes que así como la mala onda se contagia, su opuesto también. Por eso coincido contigo.

Anónimo dijo...

Hola, La frase citada es un proverbio africano. Saludos!!!!

Anónimo dijo...

Lola me encantó esto que escribiste, es realmente muy bueno.
Desde mi punto de vista las cosas pequeñas son buenas y muy valorables, pero no coambian nada de nada.
Es frustrante tener 24 años y ver como este sistema cruel y perverso todo lo destruye. No sólo es frustrante es indignate ultrajante.
Como yo decía el otro día ser librepensador me hincha sobernamante los huevos, me hace la situación framcamente imposible. Porque sólo hablo y nada hago que realmente cambien las estructuras básicas de la sociedad de raiz. Y es cierto que este contexto histórico es el de la anticrítica el del consumismo idiota y desinteresado, pero eso no me importa la custión es intentar algo grande.
Como también decía el otro día a veces preferiría vivir en una nube de pedo, tal vez sería no se si más feliz, pero si más estupidamente continuista.
Y una cosa más definitivamente la revolcuión se hace con las armas, es verdad las ideas tienen que estar y son importantes pero sin armas todo se cae.
O me van a decir que esto funcionaria: "dicualpe señor burgués usted sería tan amable de socilizar los medios de producción, de realizar la reforma agraria y de distribuir la renta de una manera justa y aquitatita".
hay que tomar conciencia de que las cosas se hacen o no y que hablando es muy poco lo que construmimos. La contracultura está muy bien pero si sólo se queda en palabras es engullida por el sistema como todo.
Bueno caro, no se quién sos pero creo que ya sabes cuál es mi postura.
Saludos

Anónimo dijo...

Pero me parece que no tiene sentido pensar como pensas vos, no conduce a nada, es decir, si hago algo, no cae el sistema, si y? no es ninguna novedad, ahora si se tiene en cuenta que eso no va a pasar y tenes nocion del contexto en el que estas, listo manejate hasta donde se pueda en el tiempo y en el lugar en el que te toco vivir y nacer. Para que torturarse por nada? Porque pasarse la vida queriendo haber nacido en otra epoca? ya esta naciste en esta, hace lo que se pueda, vivi feliz, trata de hacer feliz a los demas.
Y te digo algo de mi parte, a mi no me hubiese gustado vivir y morir en los 70 esa es la verdad.