miércoles, 30 de diciembre de 2009

HASTA SIEMPRE 2009

Hipótesis:

Luego de las elecciones de junio y con el diario del lunes que mostraba una derecha fortalecida, sonriente y ganadora, algunos pensábamos que al Gobierno Nacional le quedaban sólo dos opciones, bien distintas ambas. Por un lado estaba la más fácil, más simple, más políticamente correcta: pactar con los poderes establecidos, resignarse a ser recordado como un gobierno que intentó cambiar el rumbo de la historia pero que debió ceder ante la presión de los que ostentan el poder real y esperar el 2011 con la cabeza baja viendo como la restauración conservadora tomaba forma. La segunda opción sin duda era la más complicada, la que por si sola acarreaba el mayor riesgo: profundizar el proyecto nacional vigente, asumiendo el peligro real de que los sectores dominantes quiebren el orden institucional antes del recambio presidencial. Los hechos y la praxis política que el Gobierno puso en marcha en estos seis meses demuestran que la segunda opción fue la elegida, hagamos un breve repaso:

Hablemos todos:

Jesús Martín Barbero es considerado por gran parte del campo (en el sentido bourdeano) de la comunicación latinoamericana como una eminencia. Sus trabajos sobre el poder de resignificación de los mensajes mediáticos, que potencialmente tendrían los receptores de estos, fue considerado dogma durante los años 80 y los 90 y aun en la actualidad marcan tendencia. Al colombiano nadie puede ponerle el mote de izquierdista, mucho menos de populista, sin embargo en su última presentación en nuestro país, sostuvo que es imperioso y fundamental que Lay de Medios recientemente sancionada en nuestro país, sea correctamente reglamentada ya que constituye un hito en nuestro continente en lo que se refiere a la democratización de la propiedad de los medios. De no ser así agregó, se cerraría (por lo menos por una década) el debate sobre la temática en estas latitudes. A nadie le debe sorprender que una voz autorizada como esta, haya tenido nula repercusión en los medios hegemónicos. Más después de haber sido testigos presenciales de lo que son capaces estos medios a la hora de defender sus intereses.
Entonces cabe preguntarse, ¿le convenía al gobierno enviar un proyecto de ley que tocara semejantes intereses al Congreso, luego de perder las elecciones legislativas? Definitivamente no. ¿Lo hizo? Sí. (Nota: Según algunos referentes del Proyecto Sur, el gobierno lleva adelante medidas populares o progresistas por pura demagogia, cuando en realidad es “claramente” de derecha. Sería interesante que alguien le pregunte a Lozano, qué beneficios le trae a un gobierno de derecha ponerse en contra al poder económico-mediático, con todo lo que ello implica. ¿Por qué nadie se lo pregunta? También sería bueno que le pregunten al Proyecto Sur, cómo es que el partido político que se autodenomina como defensor del los intereses populares, voto a favor de la Sociedad Rural durante el conflicto de las retenciones y por qué casi vota en contra de la ley de Medios arrepintiéndose poco antes de que la ley llegue al recinto, por miedo a no cometer otro papelón histórico, votando a favor de los poderosos y en contra de medidas progresistas enviadas al congreso por un gobierno de ¿derecha?).
Una cuestión más sobre la Ley. Lula da Silva presidente de Brasil y deidad idolatrada por la oposición y los medios vernáculos, lanzó una propuesta de ley de medios para su país que es un calco de la de argentina. ¿Alguien escuchó a Morales Solá o a Pinedo (sólo por nombrar dos referentes de la oposición, ¿Pinedo referente de la oposición?, bueno, seamos benevolentes con el nieto del estadista de la década infame) hablar de la “Ley de Medios L”?

Profundización de la integración:

El mismo día en que tenían lugar las elecciones legislativas en nuestro país era derrocado en Hondura el presidente Zelaya, por una alianza cívica-militar-mediática. Como nunca en la historia de este continente se vio a una América Latina unida contra un golpe de estado. Tanto es así, que hoy en día y luego de haberse realizada elecciones antidemocráticas en aquel país, la UNASUR sigue (y nada parece indicar que cambie de postura) sin reconocer sus resultados. Aun cuando el gobierno de los Estados Unidos las convalidó, porque como dice la prestigiosa Revista Barcelona, el demócrata Obama se rehúsa a interceder en conflictos entre “países soberanos y la CIA”. Este acontecimiento es una demostración más que la Argentina no cedió ante los reclamos de la derecha de hacer oídos sordos al conflicto en Honduras y que la integración latinoamericana (esa que se terminó de sellar en el año 2005 con el No al ALCA) esta más fuerte que nunca.

Trabajemos:

En medio de la crisis capitalista más extraordinaria que el mundo recuerde desde el crack del 29, el Gobierno Nacional lanzó un programa (“Argentina Trabaja”) que prevé crear más de 100 mil nuevos puestos de trabajo en todo el país. La iniciativa que ya alcanzó casi el cincuenta por ciento de su objetivo, reactiva el consumo interno (y por ende la economía), crea empleo genuino y sobre todo reabre el debate ideológico acerca de cómo enfrentar las crisis. Si se debe enfriar la economía, (cuyos resultados saltaron por los aires en el 2001) o si la creación de empelo genuino es la mejor forma de eludir los cataclismos económicos que siempre provocan los países centrales y que siempre sufren los periféricos.
El Plan “Argentina Trabaja” recibió innumerables críticas de los sectores más concentrados de la economía, tildándolo entre otras cosas de clientelar. El clientelismo como bien afirma Alfredo Sayat es el término que utiliza el establishment para referirse a todo lo que sea transmisión de recursos del Estado a los sectores populares, cuando son ellos los que reciben recursos, el término se cambia por “previsibilidad económica”. Pero las críticas también le cayeron por izquierda al Programa. Se sabe que la izquierda argentina se caracteriza por criticar absolutamente todo, poco importa si desde el Estado se llevan a cabo medidas populares o reaccionarias. La teoría marxista ortodoxa no deja lugar a dudas, el Estado siempre es “Estado Burgués” por lo tanto no existen los matices. Y si no existen los matices todo da absolutamente lo mismo. Lo que no entienden, es que no es lo mismo Estado de Bienestar que Estado Neoliberal y que tal vez lo que haya que hacer es radicalizar el Estado de Bienestar todos los días un poco, pero desde adentro no criticándolo a diario haciéndole el juego a los que quieren volver a imponer el Estado Neoliberal. Y no lo decimos sólo nosotros, el exponente más importante de la segunda generación de la Escuela de Frankfurt, Jurgen Habermas, se pasó la vida proclamando estas ideas, pero claro nadie lee a un burgués como Habermas. Pero a Gramsci si. Al italiano dice leerlo toda la intelectualidad de izquierda argentina. Bueno, el amigo Antonio lo dice claro: eso de tomar el Palacio de Invierno de la noche a la mañana en las sociedades occidentales no tiene posibilidad alguna.
(Nota2: Estimado Abel Posse, usted tenía parte de razón, algunos de los que nos reivindicamos kirchneristas miramos con cariño a Gramsci, lo que no entiendo es cómo eso nos convierte en trostkos-leninistas).

Basta de hambre:

Sin duda el hecho más importante para combatir la pobreza en las últimas décadas en nuestro país, fue el ingreso Universal por Hijo decretado por la presidenta. Esta es una medida reclamada por años por vastos sectores del progresismo, de la centro izquierda, del campo popular y hasta de la iglesia católica (siempre dispuesta a quejarse por la pobreza desde sus palacios de oro). Si este ingreso se implementa bien, podrá en poco tiempo terminar con el hambre en nuestro país. No con la pobreza, pero si con el hambre, cosa que no es poco.
Desde algunos sectores se dice que esta medida no es universal porque no alcanza a los sectores medios y ricos. Este argumento es ridículo, primero porque a nadie se le puede ocurrir que un niño rico necesita que el Estado lo subsidie para poder comer y segundo porque los trabajadores que están en blanco ya reciben una asignación familiar (que vale la pena decirlo, fue aumentada también hace poco).
También se criticó el hecho de que los recursos provengan de los fondos del ANSES. Qué es esa idiotez de que los recursos previsionales son intangibles. En qué cabeza puede caber que un Estado no pueda utilizar el dinero que recauda para devolvérselo al pueblo. El problema fue cuando esos recursos eran intangibles de verdad, intangibles porque la timba financiera los tenían secuestrados, gracias al regalo de los que hoy se horrorizan ante esto.

Conclusión:

Con estos cuatro ejemplos hemos intentado demostrar que lejos de acabarse luego del traspié del 28 de junio, el proyecto nacional se ha profundizado tal vez como nunca en seis años de gestión. Con el mérito agregado de tener a todo el poder económico- mediático, (¿no era que se disparaba el dólar? ¿cuándo es que entramos en default? ¿Lilita dónde están las armas?), a los que se reivindican como voceros del pueblo pero se sientan con la derecha para negociar tres o cuatro contratos en el Congreso y hasta a cierta clase media con poco o nada de memoria, en contra y tratando de desestabilizarlo.
Por este tipo de cosas es que podemos esperar un 2010 en donde sin duda la batalla cultural se incrementará (qué cosa es la política sino enfrentamientos de proyectos), aunque desde aquí somos optimistas en que los resultados serán fructíferos para el campo popular, que así sea.
Eso si como alguna vez también dijimos, en los momentos históricos (como el que atraviesa nuestro país y toda Latinoamérica) hay que intentar ser protagonista de la manera que se pueda. Que te cuenten la historia por TN no parece el mejor camino a seguir.
Tito.-

No hay comentarios: