lunes, 1 de marzo de 2010

DE CONSENSOS E IZQUIERDAS...

1)
La palabra consenso se ha vuelto una predica cotidiana entre la oposición política mediática. Tanto es así, que han logrado naturalizar la idea de que la política es una disciplina en donde todo se resuelve dialogando y consensuando proyectos.
No es que neguemos que una democracia que se precie de tal deba tener algún grado de diálogo, una mesa de negociación en donde poder debatir posturas y claro intentar consensuarlas, pero la política no es solamente dialogar, la política es sobre todo, confrontación de intereses, de pareceres, de proyectos.
La política es la disciplina social capaz de transformar el orden establecido y esta potencialidad es la que la hace única dentro del campo (en el sentido Bourdeano) de las ciencias sociales, pocas posibilidades hay de transformar nada, cuando se intenta darle al diálogo cualidades que no tiene.
Sin embargo la retórica de alabanza al consenso no es nueva en nuestro país, es un mecanismo que han utilizado los sectores dominantes (y sus voceros de turno), cada vez que sus intereses estuvieron comprometidos. Y si sus intereses están comprometidos, entonces, lo que está comprometido es la patria, la república, las instituciones.
Es aquí donde la ideología cumple un papel fundamental, la ideología entendida en el sentido marxista, como aquella que logra que los intereses de una clase sean los intereses de todas las clases. Entonces la autodenominada Revolución Libertadora, con un golpe de estado, llegaba para defender la democracia, el Gran Acuerdo Nacional de Lanusse, era la reconciliación de los argentinos, y más cerca en el tiempo, el Campo éramos todos.
Borges en su más extraordinario cuento coqueteaba con la idea del eterno retorno. Tal vez algo de razón tenía, tal vez no, quién sabe. Lo cierto es que la palabra consenso siempre vuelve en nuestro país, y siempre sale de las mismas bocas.

2)
Hablemos ahora de izquierdas, de lo que representa ser de izquierda en nuestro país. Sin entrar en análisis teóricos de profundidad académica, para los cuales no estamos preparados (y a decir verdad tampoco nos interesan demasiado), digamos entonces, que el debate sobre qué es ser de izquierda en una Argentina donde el Partido Socialista levanta banderas liberales o el Partido Obrero cuenta con muy pocos (cuando no nulos) trabajadores en sus filas, resulta de una complejidad conceptual por lo menos ardua. Sin embargo no es específicamente esto lo que venimos a plantear aquí. Nos interesa hablar de otra cosa: nos proponemos analizar si es que hay una oposición de izquierda al gobierno nacional en este país. O si como sostienen algunos, no hay nada a la izquierda del Kirchnerismo.
Hace algunos días Martín Caparros, desde la pantalla de canal 7, sostenía que aunque está claro que hay una fracción de la oposición que esta a la derecha de este gobierno (el autor de “Valfierno” ubicaba en ese espectro político a la UCR, al PRO y a la CC), también y mal que le pese a algunos dirigentes kirchneristas, existiría una oposición que esta a la izquierda y en ella podemos encontrar, sostenía, a partidos como el Proyecto Sur y a Libres del Sur. ¿Tiene razón Caparros desde nuestro punto de vista?: Sí. Definitivamente hay una parte de la oposición que se encuentra a la izquierda del Gobierno Nacional. Las preguntas que surgen son: ¿tiene esta alguna oportunidad de gobernar?, casi con seguridad podemos afirmamos que no. Pero en caso de que accedan al poder político, ¿se constituirían como un gobierno a la izquierda del actual?, definitivamente no.
Y decimos que esto es una imposibilidad por dos razones: en primer lugar ninguna de estas expresiones políticas tiene una maquinaria atrás que lo puede llevar a convertirse en un partido con aspiraciones nacionales y en caso de que esto suceda (por esas cosas que tiene la política) y que lleguen sin un aparato y dispuestos a tener una agenda “bien” de izquierda, durarían en el poder menos de lo que tarda Usain Bolt en recorrer 100 metros.
La segunda razón es del plano de lo discursivo, pero tal vez sea la más interesante para argumentar nuestra fundamentación. La forma más fácil de graficarla, es apelando al viejo proverbio popular que reza: “de la boca para fuera, cualquiera se hace el macho”. Con esta frase podemos resumir la historia de la izquierda argentina, que siempre se ubica a la izquierda de los gobiernos que se autodenominan populares como este (y que desde nuestro punto de vista en la praxis, reafirman su discurso).
Esto mismo hacía notar José Pablo Feinmann, en su deslumbrante aunque algo cansador “Peronismo: Filosofía Política de una Obstinación Argentina” (todos los domingos con Página/12) al respecto de la carta que el ERP publicó un día después de la asunción de Cámpora el 25 de mayo de 1973. Como antes hizo Santucho, hoy hace Solanas (salvando las distancias enormes), siempre el tablero se corre un poquito más y entonces nada nunca alcanza, nunca nada es del todo bueno. Y es cierto, tal vez nunca alcance nada para lograr que este sea un país totalmente justo, pero esto no significa que lo que se hizo no sea bueno, que no haya que apoyarlo y defenderlo.
Algunas veces nos preguntamos si esta posición de la izquierda que también (como la idea de consenso) siempre retorna en nuestro país, es por puro dogmatismo ideológico, o si en realidad son funcionales a los intereses de la derecha de forma adrede. Porque aunque nos repitamos en nuestra argumentación, es totalmente imposible que lo que venga después del kirchnerismo este a su izquierda. No hay margen en este país para eso, por lo menos no hoy en día.
No nos animamos a decir que Santucho y el ERP desde su concepción militar de la política actuaron adrede en función de los intereses del establishment, sería demasiado arriesgado. Ahora encontrarnos con Solanas todos los días en la pantalla de TN despotricando contra el gobierno, hablando de diálogo, consenso, autoritarismo y república, o sentándose con el PRO en el Congreso, nos siembre una duda enrome, demasiado grande.

Tito.-

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Te dejo que chamuyes tranquilo para defender lo indefendible.
Pero acá los pocos e incluso nulos trabajadores del PO, en un artículo relativo a una Conferencia Sindical del año pasado:

La resultante del trabajo previo fue la acreditación de 914 delegados y activistas de 86 gremios de todo el país. La mesa que dirigió el plenario fue una radiografía de un trabajo sindical nacional en franco desarrollo: tres delegados del Subte (de una presencia de nueve delgados y 17 activistas), dos de Kraft de una numerosa delegación, cuerpos de delegados papeleros en representación de un trabajo en ese gremio en los cordones industriales de Zárate, de San Lorenzo, de Quilmes y Neuquén, un representante de la UTPBA por decenas de delegados de los principales diarios y agencia de noticias del país. Tres representantes de la UTA de Ecotrans, Córdoba y choferes del nuevo sindicato de choferes del Chaco. La secretaria general del nuevo sindicato de Radio Nacional (Atrana), el secretario general de AGD-UBA, integrante de la mesa nacional de la Conadu Histórica, un representante de la enorme lucha de la sanidad de Tucumán, un directivo de los químicos de San Lorenzo, uno de la metalúrgica Mahle, dos por los municipales de Coronel Suárez triunfantes de una huelga histórica, y otro por el Cuerpo de Delegados de los municipales de Córdoba; un representante de Uatre, de luchadores rurales de Neuquén; uno de ferroviarios, en representación de delegados y activistas de tres ferrocarriles; de los aeronáuticos, presentes con una numerosa delegación; de las comisiones internas de la pintura, de Cive de Córdoba, de petroleros de Santa Cruz, de los telefónicos de la Lista Naranja; un representante por varias de las internas de la Naranja Gráfica, un representante de ATE por decenas de lugares de trabajo, como el Turbio, Astilleros en Río Santiago y un sinnúmero de reparticiones estatales. Tres docentes en representación del inmenso trabajo nacional en ese gremio. donde estuvieron la secretaria general del Suteba La Plata, la secretaria gremial de Amsafe Rosario y el dirigente de los autoconvocados de Orán, en Salta. Integró también la mesa y dio el informe central a la conferencia, el dirigente gráfico y del PO, Néstor Pitrola, hoy un referente político socialista de las luchas de la clase obrera. Su cierre estuvo a cargo del compañero Jorge Altamira, del Comité Nacional del Partido Obrero.
www.po.org.ar

Nachengüe dijo...

Grande cumpa!!! Así se contesta. Los obreros cada vez están más con la izquierda que con la burocracia sindical que está cada vez más con la podredumbre. Es obvio que pase esto. Error de ellos no darse cuenta.

Gastón dijo...

Obvio, tipico de la izquierda, la culpa siempre es de los demas. Ustedes son los que tienen la posta sobre todo lo que pasa en este mundo. Como si fueran una secta que saben todos los secretos acerca de como son las cosas.

Nunca una autocritica de porque todos juntos sacan el 2% de votos de la poblacion. Lo mas facil es decir que estan todos equivocados menos ustedes. Sigan asi que asi les va.

Gastón dijo...

Mal que nos pese, el orden establecido no se cambia con politica, se cambia con sangre. Asi lo marca la historia.

Tito.- dijo...

Viste es así gato los iluminados siempre están paraw decirnos como son las cosas, por suerte los tenemos no?
Hablando en serio los estudiantes de comunicación de la UBA somos los únicos que sabemos en el mundo lo que es que gobierno el PO, cinco años al frente del centro de estudiantes nos alcanzaron (y nos sobraron) para darnos cuanta como gobieran estos "inmaculados"
Por último no le falta razón a lo que decís pero nop todo se conseigue con sangre!!1

Saludos